Una landing page o “página de aterrizaje” es una única página web independiente que está pensada para lograr ciertos objetivos de marketing específicos. Debe contener información clara y atractiva para comunicar tu oferta de valor en muy pocos segundos y llamadas a la acción inequívocas.
Esos objetivos de marketing deben ser lo primero a fijar a la hora de pensar tu landing page: lo más habitual es que rellenen un formulario de contacto o de suscripción, pero también puede ser una llamada o una compra directa sobre el sitio web. En este artículo trataremos sobre todo la primera opción, ya que los e-commerce tienen particulares propias y, al final, esa landing page sólo es un escaparate de un comercio digital más complejo.
Una landing page nunca tendrá el branding como objetivo principal, siempre tiene que incluir una acción por parte del usuario. Una empresa que posea distintas divisiones, ofertas, campañas o, incluso, productos, podría hacer una landing page para cada uno de ellos.
Cuantos menos campos tenga tu formulario de contacto, más probabilidades tienes de conseguir ese lead. Después tu equipo de ventas, teniendo al posible cliente captado, sólo tendrá que gestionar el cierre.
Así podrás convertir a tus visitantes en clientes, cuidando su experiencia de usuario (UX) gracias una estructura, contenidos, diseño y desarrollo meticulosamente cuidados, la llamada interfaz de usuario (UI). ¿Quieres saber sus diferencias?
Contenido de tu landing page
En muchas ocasiones no se le da la importancia que debería tener a la generación del contenido y, sin embargo, los textos son un punto muy importante para convencer al usuario para que realice esa conversión. No sólo para seducirle sino también para que entienda la información y los beneficios u ofertas que se ofrecen en poco tiempo.
Construye un storytelling que conecte emocionalmente con los usuarios, pero que sea claro y directo. En una landing page el contenido aspiracional debe quedar en segundo plano y es más importante definir el producto/servicio y sus beneficios de forma precisa.
Además, debes crear una narrativa visual para comunicar el mensaje de tu marca con pocos elementos, aunque algunos muy recomendables deben ser:
- Header o cabecera con lo que pueden conseguir en 2 – 3 frases
- Vídeo corto sobre el producto o servicio
- Esquemas de detalles
- Precio de forma clara
- Y, por supuesto, un formulario claro y accesible
También puede ser interesante incluir testimonios de clientes reales, accesos a las redes sociales para ampliar la información y algún párrafo sobre la misión o la filosofía de la marca.
Estructura bien los elementos de tu página
Una vez que sabes qué mensajes y contenidos va a tener tu landing page, debes estructurar esos grupos de contenido por orden, de tal forma que nuestro usuario con poco tiempo y capacidad de atención pueda distinguir sin problema cuáles son los más importantes.
Para establecer esta jerarquía de contenidos puedes indicar qué textos deben ir más grandes o resaltados, si a la izquierda o la derecha, con imágenes o vídeos, hipervínculos con o sin botones y demás formatos que, a priori, tendrían que tener dichos contenidos. En el proceso de diseño esto se podrá traducir en distintos patrones visuales a gusto del diseñador.
La maquetación debe ir variando y buscando distintas fórmulas de diseño para hacer más atractiva la página web y seguir llamando la atención del usuario a medida que hace scroll: imagen a toda pantalla con texto grande, imagen y texto en 2 columnas, sólo texto con botones, desplegables, etc. Ya sea por tamaños, colores o formas, el usuario deberá saber bien dónde enfocar su mirada de forma intuitiva.
Diseño que llame la atención
Las landing pages no suelen estar pensadas para el posicionamiento orgánico (SEO), sin embargo, si la vas a usar en campañas de ads, por ejemplo, Google sigue aplicando los mismos patrones para puntuar la página de destino y será un factor clave en el éxito de tus campañas. Siempre tendrá que haber suficiente cantidad de texto para que los robots de Google puedan ver la relevancia e idoneidad de tu página a la hora de mostrar tus anuncios.
Sin embargo, hoy en día, la comunicación sigue entrando por los ojos y puedes intercalar esos textos con diferentes recursos visuales y gráficos que hagan segregar dopamina a los usuarios.
Hay efectos animados como contadores, aparición de los elementos, hover (efecto al poner el ratón sobre un elemento), punteros u otras animaciones más originales que también pueden motivar al usuario a que siga haciendo scroll en tu web. Siempre es recomendable que busques inspiración en otras webs y elijas varias maquetaciones y efectos que te gusten para facilitarles referencias tanto al diseñador como al programador. Si no la conoces, en Awwards seleccionan las mejores webs del mundo y tienes una gran base de datos donde inspirarte.
Como puedes ver, se pueden integrar vídeos, imágenes de calidad y múltiples efectos, pero no se debe abusar de ello por dos motivos fundamentales: la saturación visual puede hacerle perder el foco al usuario y, técnicamente, todos estos recursos pueden ralentizar el tiempo de carga de tu página, y ni los impacientes usuarios ni el algoritmo de Google actualmente toleran que una página tarde más de 3 segundos en cargarse por completo. Además, el diseño debe seguir alineado con tu imagen de marca, adaptado al público al que te estás dirigiendo y, en definitiva, evitar que “los árboles no te dejen ver el bosque”.
En el diseño web menos es más: hay que centrar la atención del usuario
Mídelo todo
Te recomendamos que tengas conocimientos básicos de la analítica web, ya que son muy sencillos y hoy en día son esenciales para tener información del comportamiento de los usuarios en tu página, sabiendo que también son importantes datos de negocio. Aunque dependas de especialistas como los que tenemos en Trescom para la configuración y análisis profundo, verás que es muy fácil. ¡Ojo! Actualmente tendrás que hacerte con la interfaz del nuevo Google Analytics 4.
Recapitulando, una landing page es una página sencilla, atractiva y que debe llamar la atención a los clientes para motivar el registro o la compra (leads). Usa pocos elementos, pero muy atractivos visualmente y con un texto claro que anime a la conversión.
A continuación, os facilitamos una infografía con el esquema de una posible maquetación para que queden claros los elementos principales que debéis tener en cuenta a la hora de hacer el proyecto de una landing page para vuestra marca: