junio 26, 2019

Cómo hacer una web profesional

Escrito por Carla Anaya

Un sitio web es una extensión de la empresa y hay que darle la misma importancia que a otras elecciones estratégicas fundamentales.

En nuestro día a día cada cliente y proyecto son un mundo, pero me he encontrado en diversas ocasiones con clientes que desconocen el proceso de creación de una web profesional y el cuidado que hay que ponerle para transmitir la imagen y los contenidos que le lleven a conseguir los objetivos de su empresa.

A estas alturas, todos tenemos claro que una web es necesaria para todo tipo de negocios e instituciones, y que su diseño y contenidos afectarán, de uno u otro modo, a la obtención de clientes. Un sitio web es una extensión de la empresa y hay que darle la misma importancia que a otras elecciones estratégicas fundamentales.

Por tanto, cuando se inicia un proyecto web nos tenemos que armar de paciencia e involucrarnos todo lo posible en cada una de las fases, contando con los mejores profesionales en contenidos, diseño y programación. En este artículo pretendo dar una visión general del desarrollo de un proyecto web profesional sobre WordPress.

 

Debemos tener claros los objetivos de la web

Existen diversos tipos de webs orientados a objetivos específicos, tales como un E-commerce, un microsite o una landing page (página de aterrizaje), por ejemplo. Por ello, antes de cualquier paso, debemos tener claro qué queremos conseguir con nuestra web para saber qué tipo de proyecto vamos a desarrollar:

  • Branding
  • Conversión (ventas, formularios…)
  • Posicionamiento SEO
  • Información o lugar de consulta
  • Suministrar un servicio

En función de ello, también podremos ir definiendo las funcionalidades principales, más allá de las imágenes y el texto: ¿necesitaremos mapas?, ¿formularios?, ¿buscadores?, ¿tablas?, ¿descargables?, ¿galerías?… ¿irá en un solo idioma?

No todas las páginas se hacen con el objetivo de posicionamiento en buscadores (SEO), pero es algo que debemos plantear desde la génesis del proyecto puesto que se tendrá que tener en cuenta al definir estructura, textos, incluir enlaces, subir imágenes, etc.

 

La elección del dominio

Es recomendable cuestionarse cuanto antes a qué dominio queremos que apunte nuestra web para comprobar que está libre, e incluso poder montar el servidor de prueba dentro del dominio para ahorrarnos pasos en el futuro.

¿Las palabras van juntas, con artículos, con guiones?, ¿incluimos las www?, ¿qué extensión será la más adecuada (.com, .es, .org, .edu, .solutions, etc.)?, ¿o reservamos varios y redireccionamos al principal?

También facilita las cosas comprar el dominio (url de nuestra web) en la misma empresa donde tengamos el hosting (o servidor físico donde se almacena), lo cual debemos controlar desde un principio. A día de hoy, el proveedor de hosting y dominios que mejor resultado nos está dando es Dinahosting. Hay que darle especial importancia a que las máquinas se encuentren en España y a la calidad del soporte técnico, valorando obviamente una buena oferta calidad-precio.

 

¿Cómo debe estructurarse la web?

Para construir una casa necesitamos primero unos planos y unos cimientos. Es lo que se llamaría Estructura web.

En función de los objetivos nombrados anteriormente y del contenido que se posee, se deberá decidir qué secciones tendrá el menú y qué elementos aparecerán en la home para poder tener unas bases sobre las que trabajar el diseño: elementos pre-scroll, textos de presentación, tips, últimas noticias, calls to action, formularios, vídeos, etc.

¿Y en el footer (área inferior común en todas las páginas)? Podemos necesitar la presencia de ciertos avisos legales, formularios, redes sociales, mapa web, etc.

Si somos de capaces de tener todos los textos de la web antes de pasar a la fase de diseño, podremos ajustar mejor todavía los visuales, aportar gráficos, y realizar una maquetación personalizada en función de lo que se dice, facilitando su lectura.

En caso de no tenerlos, al ser también un proceso largo y delicado, podemos ir avanzando en paralelo sobre los mimbres que hemos creado.

 

El diseño web, con las cosas claras

Con esto tendremos suficiente información para que el diseñador pueda crear el look & feel que necesitamos. Sin embargo, también podemos necesitar algunos imputs sobre lo que se quiere transmitir visualmente: ¿queremos una web moderna, con las últimas innovaciones en usabilidad?, ¿o somos una institución tradicional más asociada a un diseño limpio y claro?

Seguidamente, podremos tener más control sobre el resultado visual final buscando referencias de webs ajenas que nos hayan gustado por su estética o por el uso de efectos (como el parallax, el one page o las imágenes full screen).

Cada año hay ciertas tendencias web a las que hay que estar atento para denotar modernidad e incorporar los últimos adelantos, siempre pensando en la mejora de la experiencia de usuario. Una tendencia que ya se está convirtiendo en norma es el “mobile first”, o diseñar la versión móvil como base para el resto de dispositivos, ya que el 80 % de las visitas web se reciben por este medio.

 

 

Entramos en la fase de desarrollo web

Una labor fundamental para que un proyecto web llegue a buen puerto es poder plasmar todas las decisiones tomadas en diseño, pero con un código limpio, funcional y optimizado para SEO (a esto afecta la velocidad del tiempo de carga, la estructura de urls o la corrección de los metadatos, entre otras cosas).

Por suerte, un proyecto WordPress requiere un desarrollo menos complejo que otras plataformas o lenguajes, e incluso nos puede facilitar la maquetación y actualización de contenidos (actualmente el mejor maquetador es Visual Composer), la optimización del responsive y muchas funcionalidades mediante plugins.

Los plugins de WordPress son fragmentos de código ya programado que instalan en nuestra web estándares de protocolos de seguridad, chats, formularios, cookies, aceleradores de velocidad y muchas funcionalidades más gracias a los más de 2.500 que existen a día de hoy. Cuantas más posibilidades conozcamos, mejor podremos satisfacer las necesidades de nuestra web, aunque siempre son personalizables vía CSS.

Buscando la perfección

La fase en la que realmente podremos demostrar nuestra profesionalidad es la revisión final de textos, diseño y programación. Lo más normal es que tras este análisis aparezcan cientos de modificaciones, que se deben llevar con paciencia, esmero y atención al detalle.

También suelen ser efectivas las pruebas de usuario, dejando que personas completamente ajenas al proyecto naveguen para que nos muestren debilidades y errores que nunca seremos capaces de ver a pesar de tenerlas sobre nuestros ojos.

La revisión debe realizarse sobre todos los dispositivos, especialmente el móvil, tanto Android como Iphone, ya que cada plataforma responde de forma diferente a la programación realizada. Parece un proceso arduo y metódico (y lo es), pero es lo que no asegurará que nuestra marca no defrauda a sus usuarios en lo que puede ser su principal escaparate.

Además, personalmente, la creación de una web me parece un proyecto emocionante, resultado del trabajo de un equipo especializado que combina ciencias tan diferentes como la escritura, la estética visual o el lenguaje informático. Este post sólo pretende ser una panorámica de todo lo que implica y se han quedado en el tintero miles de cuestiones más. Si queréis ampliar, ya sabéis dónde estamos 😊

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