abril 26, 2021

Humor en la estrategia comunicativa, ¿cómo utilizarlo?

Escrito por Ainhoa de la Hera

El humor ha formado parte importante de la comunicación entre las personas desde tiempos inmemoriales. En la actualidad, utilizado de forma adecuada, puede ser una estrategia muy útil para hacer llegar los mensajes y transmitir los valores de la empresa de una forma muy efectiva y creativa.

¿Cuántas veces hemos “reído por no llorar”? En el último año hemos vivido una de las mayores crisis sanitarias que se recuerdan y que ha afectado a todos los sectores de la sociedad. La incertidumbre, el miedo y los cambios radicales constantes han formado parte del día a día de todos, pero si hay algo que nos ha servido de bálsamo común ha sido el humor.

En el plano comunicativo, el humor tiene la capacidad de empatizar y conectar con los usuarios de una forma muy rápida, eficiente y universal. En este contexto, y como ejemplo, en los últimos meses han sucedido una serie de acontecimientos importantes que en pocas horas se convirtieron en memes virales y, por ende, en “conocimiento popular”. Es decir, la viralización de estos twits y memes humorísticos contribuye no sólo a que la información llegue a los receptores si no que, incluso, es capaz de crear una corriente opinática.

Si bien es cierto que el humor ha existido siempre como lanzadera de mensajes y opiniones, tradicionalmente en los medios a través de viñetas de ilustradores con mucha reputación como Chummy Chúmez, Peridis o Forges, entre otros, en la actualidad, cualquier usuario con una cuenta de Twitter puede ser creador de ese tipo de mensajes y hacer que lleguen a un número indeterminado de personas sin tener que pasar por el filtro de un editor.

 

Algunos ejemplos:

 

 

 

Este tipo de comunicación, bien planteada, puede ayudar a generar un engagement positivo y, gracias a su universalidad, permitir que los usuarios se sientan identificados.

¿Cómo utilizar correctamente el humor en la estrategia comunicativa?

Analizar en qué grado tiene cabida en la marca. En primer lugar, es necesario concretar la estrategia que se va a seguir y determinar en qué grado es recomendable usar el humor en ella. En este sentido, existen algunos perfiles de empresa que permiten más el uso de este tipo de lenguaje, mientras que en otras es preferible usarlo con menos frecuencia.

Afinar el público objetivo. Una vez se ha determinado si el humor tiene hueco en la línea de comunicación que se va a seguir, es imprescindible tener claro el público al que dirigirse. En la sociedad actual, las distintas generaciones están muy marcadas en influenciadas por sus propios referentes y vivencias. De esta forma, no es lo mismo dirigirse a jóvenes que a un perfil más adulto.

Adaptarlo al contexto. Para que esta estrategia sea eficaz, es muy importante adaptar el mensaje y la forma al contexto actual y los acontecimientos que están sucediendo en el presente para generar toda la cercanía posible con el receptor.

Conocer los límites. La universalidad y subjetividad del humor puede ser un arma de doble filo ya que un mismo mensaje puede ser interpretado de múltiples formas. Por ello, desde la empresa se deben conocer los límites en su humor y no sobrepasarlos para evitar así cualquier posible crisis de reputación.

Evitar el humor discriminatorio o en negativo. Es necesario tener especial cuidado a la hora de abordar ciertos temas claves para no herir sensibilidades. Si consideramos que el mensaje puede dar lugar a cualquier tipo de malentendido, hay que replantearse seriamente si publicarlo.

El humor es una herramienta que puede ser muy poderosa y está al alcance de todas las empresas y, con el objetivo de aplicarlo con el mayor acierto posible en la estrategia, es necesario tener en cuenta las mencionadas reglas.

 

¿Cuáles son los beneficios?

  • Capta la atención
  • Ayuda a que el mensaje se expanda más rápido
  • Mantiene el recuerdo de la marca
  • Permite flexibilizar más los mensajes
  • Mejora el engagement
  • Genera una visión positiva hacia la marca
  • Denota personalidad

 

El humor es un lenguaje universal, poderoso y eficaz. Su uso en la estrategia de comunicación requiere mucho trabajo, enfoque e ingenio, pero, si se estructura de manera correcta, puede tener resultados muy positivos y valiosos. Como decía Chaplin, “Un día sin reír es un día desperdiciado”.

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