Después de varios años en una compañía puramente digital como Yahoo y viviendo entre Suiza y Londres (y en muchos aviones), Noelia Fernández tuvo hace meses un doble aterrizaje. Volvió a vivir en España y desembarcó en un gigante del tamaño del grupo Prisa como directora de Transformación Digital. Un aterrizaje no exento de complicaciones: “No entiendo esto de pasar tantas horas en el trabajo. ¿Aquí cuándo se descansa?”, dice entre risas. “En una empresa con tantas divisiones, tantos productos en los que no se parte de cero, es más complicado”, comenta.
Noelia Fernández fue la protagonista esta mañana del cuarto desayuno Trescom, y tuvimos la oportunidad de escuchar y traducir qué es eso de la transformación digital, en una empresa como Prisa, global y multimedia pero en la que el núcleo principal sigue siendo el periodista, el contador de historias. “Tenemos que contar con la tecnología como aliado, y que nos permita saber qué lee la gente, cuándo y cómo lo comparte”, dijo. Habló de que el audio puede ser el nuevo vídeo y cómo El País está experimentando con ello.
También de cómo el vídeo ha llegado para quedarse y cómo los milennials y la generación Z (los nacidos a partir del año 2000) consumen y digieren información constantemente, pero con menos atención. De cómo hay que darle al lector y al oyente píldoras informativas, sin que necesariamente sean populistas o de menos calidad.
Y sobre todo de cómo eso repercute en el modelo de negocio, en la forma de trabajar del periodista. Nuevas narrativas para contar las mismas historias, pero en sesiones más cortas. “Uno de los problemas es que hemos creado los productos sin contar con los periodistas, y son el corazón de nuestro negocio, con lo cual nos hemos encontrado con no pocas reticencias”, añadió.
También nos contó cómo la radio es quizá el soporte que se está transformando de forma más lenta (en Estados Unidos los ingresos de lo digital apenas suponen un 10% de los ingresos), y de cómo la educación sí está, en contra de lo que pudiera parecer, adaptándose rápidamente a este nuevo escenario. “La forma de educar de antes no va a sobrevivir, y hoy el papel del profesor es más el de un facilitador que el de un entregador de información”, aclaró, y explicó cómo en Santillana están facilitando herramientas al profesorado (también contadores de historias) para mejorar su método de trabajo. Cómo no, tecnología mediante.
Big Data, inteligencia artificial, los GAFAS (Google, Apple, Facebook y Amazon)… realidades a las que hay que integrar en los grupos de comunicación. Transformarse para no morir.