enero 3, 2020

El reto de ofrecer experiencias tecnológicas disruptivas

Escrito por Jennifer Rocha

Con la digitalización, tanto a nivel personal como profesional, las personas buscan vivir momentos que les despierten emociones y sensaciones, y que les generen recuerdos. Así, las marcas deben perseguir este objetivo para llegar a su público.

La tecnología es parte de nuestras vidas y de nuestra rutina. Como millennial y nativa digital, y creo que hablo de parte de muchos, ya no concebimos el salir de casa sin el móvil, nuestro dispositivo #1. Se ha convertido en un elemento -casi- imprescindible para realizar nuestra rutina diaria: desde alquilar una bicicleta o moto eléctrica para ir al trabajo, hasta reservar mesa en un restaurante o simplemente controlar la agenda diaria y, por supuesto, como herramienta de comunicación. Pero toda esta revolución, va mucho más allá de una generación, y es que con el importante impacto que ha tenido la tecnología en todos los ámbitos de la vida y en los diversos sectores de negocio, ya todos somos digitales, o al menos en eso nos convertiremos, ya sea por vocación u obligación.

Hemos llegado a un punto en el que debemos (y queremos) incluir la tecnología en todos los ámbitos. Y, por eso, hoy se hace imprescindible que las organizaciones planteen estrategias de marketing 360º que también incluyan disrupción. Ya no es suficiente con impactar en publicidad exterior o mediante anuncios de televisión. Para llegar a nuestro target hay que ir un paso más allá, teniendo en cuenta las posibilidades y ventajas del marketing digital como la publicidad y el contenido en redes sociales, el e-mail marketing, la publicidad programática, etc. Se trata de pensar “outside the box”.

Resulta inevitable aprovechar las posibilidades y beneficios que ofrece la tecnología para ofrecer experiencias que nos aporten una ventaja competitiva. La organizaciones y marcas deben vender su nombre y servicios mediante eventos y espacios que cumplan con el deseo de “experiencia disruptiva”, que dejen de ser meros encuentros para convertirse en experiencias completas de sentidos y sensaciones.

Integrar acciones de gamificación, crear una app para un encuentro específico, hacer video mapping en pantallas, utilizar etiquetas RFID en congresos, fiestas y festivales, son algunas de las opciones que pueden hacer de un evento una experiencia digital y que, además, facilitarán de manera radical su organización y desarrollo.

Una forma innovadora de generar engagement es ofreciendo a los clientes y partners experiencias que les hagan vivir y sentir a través de hologramas, realidad virtual o aumentada o pantallas táctiles e interactivas, etc. Un ejemplo perfecto es el espacio de innovación experimental The Place impulsado por The Valley. El hub de conocimiento toma la tecnología como protagonista para celebrar jornadas de ideación, reuniones de divulgación de conocimiento, talleres e incluso experiencias gastronómicas enriquecidas. De hecho, recientemente estrenaron la sala The Place Immersive, un espacio en el que se pueden vivir experiencias inmersivas de todo tipo permitiendo a los usuarios trasladarse a lugares y paisajes remotos a través de imágenes, sonidos, olores, sensaciones y movimientos, teniendo como elemento protagonista y columna vertebral, la tecnología.

En definitiva, hoy las marcas tienen el reto de ofrecer experiencias disruptivas y exponenciales que les ayuden a cambiar su Brand Awareness, para dejar de ser un mero “cuaderno” de merchandising y convertirse en un recuerdo único… y para ello, nada mejor que aprovechar las infinitas ventajas de la tecnología y la innovación, ¿te atreves?

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